
Muchas veces fueron opiniones, otras lecturas silenciosas, y en diversas oportunidades fue tu pensamiento que llegó hasta el mío, aunque no siempre nuestras miradas tuvieron la posibilidad de entrecruzarse.
Nada nos pertenece hasta que lo agradecemos, por eso quiero darte las gracias por haberme recibido, y desearte éxito, que no es otra cosa que desearte una vida plena y feliz, con una esperanza de Paz y Amor para vos y tus seres queridos.
Levantaré mi copa anhelando un próximo encuentro.
Rubén Esteban Cabo / Diciembre 2009
Rubén Esteban Cabo / Diciembre 2009