38 AÑOS DE ARQUITECTURA, y algo más...



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Arq. Rubén Esteban Cabo



jueves, 16 de octubre de 2014

Estrategias de Articulación Urbana

Actividad conjunta del Instituto de Hábita Urbano del CPAU y la Maestría de Hábitat y Pobreza Urbana en América Latina FADU - FCS / UBA
Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo –CPAU– / 10 de octubre de 2014

El Arq. Carlos A. Pisoni, Director del Instituto de Hábitat Urbano -IHU- y Director del Programa de Actualización "Hábitat y Pobreza Urbana en América Latina" de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, realizó la presentación del Arquitecto/Urbanista Jorge Jáuregui. Investigador, miembro del Consejo de Arte y Arquitectura de Río de Janeiro (CAU) y del Instituto de Arquitectos de Rio de Janeiro (IAB:RJ) quien trabaja permanentemente en el tema de la habitación de interés social y sus implicaciones urbanísticas, arquitectónicas y ambientales. Investiga sobre la calificación de las periferias urbanas desde un punto de vista prospectivo; sobre Genética Urbana, vivienda evolutiva y ecogénesis. 
Dentro de los temas abordados, Jáuregui habló sobre estrategias de articulación urbana, de la ciudad formal e informal, la evaluación de la provisión de infraestructuras y equipamientos que potencian el hacer ciudad, la reutilización de los estadios deportivos para capitalizarlos en otros usos en relación con las necesidades de los ciudadanos, y sobre la sustentabilidad de los materiales utilizados.
Específicamente se refirió a los proyectos para las Olimpíadas en curso, incluyendo la Ciudad Olímpica,  su reutilización a posteriori para las necesidades habitacionales, y una comparativa con la propuesta de Buenos Aires 2018 en Lugano Sur.

REFLEXIONES

Destaco la intensión de buscar un modelo que no reafirme una sociedad partida, tratando de combatir la monofuncionalidad.
Me confunde un poco el concepto de espacios “residuales” útiles al entorno, permitiendo un nexo, un vínculo entre lo nuevo y lo existente, con propuesta multifuncional. Mi confusión surge a partir de comprender a esos espacios como integradores y no como “residuales”.
Comparto la propuesta de que la vereda debe ser siempre usada, ya que el espacio siempre usado implica mayor seguridad.
Constantemente estamos frente a un paisaje de la disgregación, de la no continuidad, del aislamiento, y que a partir de la especulación inmobiliaria, como resultante, se genera “una ciudad” con la realización de urbanizaciones con dispersión urbana, incorporando conflictos en las circulaciones, además de los servicios y equipamientos urbanos.

En cuanto al análisis de urbanización en el la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para las olimpiadas juveniles del año 2018, se explicó la búsqueda de poner en valor lo existente, mejorar la calidad del “hogar” a partir del espacio verde público, y de la calidad ambiental reafirmando la escala peatonal, humana. También se mencionó al transporte urbano como eje muy importante de la intervención. Muchos de estos conceptos fueron interesantemente debatidos por los participantes, entendiendo que los conceptos teóricos vertidos no condicen con la realidad que puede observarse desde otros ángulos de las miradas urbanas.
Se recuerda que históricamente la composición vertical de la ciudad busca reafirmar una imagen de poder, mientras que la composición horizontal busca reafirmar el aspecto social y humano de la ciudad.
Por último se incluye en el debate que el aspecto presupuestario para las intervenciones genera desequilibrios, donde básicamente se terminan beneficiando pequeños sectores financieros por sobre los beneficios generales de los habitantes.
Por último, un tema que queda sin abordarse en forma específica es el de cómo se resuelven las necesidades de la nueva población con respecto a la educación con la incorporación de nuevos centros educativos, y el referido a la salud de la nuevos miles de habitantes que se incorporan al sector.
Si bien se desarrolló la temática correspondiente a los espacios de flujo, prácticamente no se mencionó nada sobre el tema referido a los espacios públicos de lugares de encuentro y comunicación ciudadana, especialmente como sostenedor del sistema de vida democrático

jueves, 9 de octubre de 2014

CIUDAD E IDENTIDAD


Les cuento que participé del inicio del Ciclo de Conferencias "IMAGINARIOS ARGENTINOS: CARTOGRAFÍAS, TERRITORIOS E IDENTIDADES", realizado en el Museo "Casa de Ricardo Rojas" el 08 de octubre de 2014. 
La primer conferencia “Ciudad e Identidad” estuvo a cargo de los Arquitectos Jaime Sorín, Rodolfo Livingston, Luis Bruno, y Jorge Liernur.
Me atrevo a destacar algunas ideas que me parecieron interesantes, como la referida a las formas físicas y el comportamiento de las personas, al problema de las obras sueltas, a la de comprender que hay una ciudad afuera y otra dentro de cada habitante.
Otra idea interesante es la que se refiere a que la ciudad es una creación de todos, debiéndose incorporar este concepto en la legislación que hace a la ciudad. También es importante tener en claro que los períodos de transformación urbana son mucho más largos que los períodos políticos de gobierno.
Por último, comparto los conceptos de que la ciudad participativa es la más compleja de lograr, y que actualmente los lugares determinan un todo fragmentado en compartimentos.

REFLEXIONES
Como reflexión de lo escuchado, considero que: 
* Se requiere analizar más profundamente los espacios utilizados por los vecinos antes de ser transformados en espacios organizados por los gobiernos locales
* Las urbanizaciones propias de villas y tomas no son consideradas como rasgos importantes que hacen a la ciudad de Buenos Aires, como lo fueron en su momento los conventillos y la generación de barrios periféricos
* Los espacios públicos son caracterizados más como espacios de flujo, que como espacios de lugar y encuentros  

jueves, 2 de octubre de 2014

Breves Historias de Fantasmas

“El Fantasma de la Destrucción

Días atrás reflexionábamos sobre la existencia misma de la historia individual de cada uno de nosotros en un aquí y un ahora, identificándola como la vida cotidiana. Hoy quiero contarles sobre mi temor por la presencia del “fantasma de la destrucción”, siempre acechando nuestras vidas y buscando sumarnos al daño que provoca.
Podemos creer que destruir algo es simplemente reducirlo a pedazos, o a cenizas, u ocasionarle un grave daño. También podemos imaginar que la destrucción implica entorpecer nuestros medios de vida o privarnos de ellos. Pero además es interesante pensar si este fantasma transforma nuestro trabajo en mercancía, haciéndonos creer que nuestros valores responden a una escala basada en lo que tenemos y no en lo que somos como seres humanos. Esta escala es la que nos arrastra a creer que la pobreza y las desigualdades son algo natural, inevitables, casi necesarias para poder llegar a estar mejor,  y un grave problema es que cuando caemos en sus redes ni nos damos cuenta de la destrucción a la que estamos siendo sometidos, como personas y como comunidad.
El “fantasma de la destrucción” trata de convencernos de que la justicia social no tiene sentido, que la libertad económica nos permite tener más y que no va de la mano con la igualdad, que nadie, y mucho menos un grupo o la sociedad en su conjunto, es responsable de ser socialmente justo, de ayudar a los que menos tienen, y de reparar las desigualdades.
El “fantasma de la destrucción” trata de alimentar el individualismo y la falta de solidaridad, poniéndonos permanentemente en la encrucijada por optar entre la libertad negativa y la libertad positiva.

La libertad negativa es la que nos arrastra a no buscar normas morales distintas de las dictadas por el mercado donde también se compran y venden valores humanos, que nos envuelve y donde somos transformados también en una mercadería más. Por otro lado, la libertad positiva es la que hace germinar en nosotros la capacidad de ser autónomos, de generar normas de comportamiento propias de la comunidad de la que formamos parte, y dándonos armas para vencer al “fantasma de la destrucción”, con la certeza de que las desigualdades y la pobreza son evitables a partir de una educación que nos enseñe a no creer en todo lo que nos dicen ni en todo lo que nos muestran, una educación que nos permita tener nuestro propio pensamiento crítico, viviendo el presente, reconociendo nuestra historia, y con proyectos de vida.