38 AÑOS DE ARQUITECTURA, y algo más...



GRACIAS POR COMPARTIR TANTOS MOMENTOS

Escribime a arqcabo@hotmail.com

Arq. Rubén Esteban Cabo



jueves, 21 de julio de 2016

“El Fantasma de la Adicción”

Estaba mirando la televisión mientras disfrutaba de unos mates y unas tostadas, prestando mucha atención a un tema interesante que discutían varias personas acerca de las diferentes substancias que consumimos los seres humanos, como el alcohol, el tabaco, y una enorme cantidad de drogas de diferentes características. Ante mi ignorancia me puse a buscar algunos datos básicos acerca del tema. Y fue entonces, en ese momento que sentí la presencia del “fantasma de la adicción”, lo que me causó mucho temor.

Me enteré que la adicción a estas substancias genera una enfermedad crónica y recurrente del cerebro, que la adicción se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo, más allá de las consecuencias nocivas que se producen. En definitiva, el “fantasma de la adicción” nos arrastra a una enfermedad en nuestro cerebro que modifica su estructura y su funcionamiento.
Son muchos los caminos que usa este fantasma para envolvernos entre sus sombras, valiéndose de todo tipo de tentación para provocarnos hábitos de los que nos resulta muy difícil de prescindir, ya sea por la dependencia fisiológica, o por las dependencias psicológicas que nos produce. Es decir, el “fantasma de la adicción” busca invadirnos para lograr que tengamos algún gusto desmesurado a algo, y no solamente a las drogas. Podemos ser adictos a la televisión, a la velocidad, a tomar sol, y a todo lo que seamos capaces de imaginar.

El “fantasma de la adicción” nos convence la primera vez, cuando todavía no nos dominó, haciéndonos creer que si accedemos a su mundo vamos a sentirnos muy bien, vamos a estar mejor, y muchas veces nosotros ingresamos mansamente, simplemente por curiosidad… Es entonces que ante su sonrisa maléfica y triunfal nos resulta muy difícil regresar a nuestro mundo, al mundo que contiene los verdaderos valores que nos permiten sentirnos realmente mejor.
La pregunta que queda flotando es… 

¿Qué podemos hacer para no caer en la trampa?

Pienso que la respuesta está dentro de cada uno de nosotros, buscándola junto a nuestros seres más queridos, familia, amigos, y muchas personas de nuestra comunidad, porque, como hay muchos motivos por los que podemos caer en el mundo de la adicción es que nos necesitamos los unos a los otros para cancelar ese mundo tan perverso, engañoso, asesino, y luchar por vivir el mundo verdadero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El mundo verdadero es a veces insoportable. Como soportar una sociedad que se regodea en su produccion de alimentos para miles de millones de animales y personas del mundo pero que a la vez tiene enfermedades y hambre dentro de su pueblo? es francamente insoportable. Pero es la cruda verdad. Hay que vivir lo más posible en la verdad y proponerse cambiar las perversidades de esta sociedad narcotizada, evasiva de la verdad. Juera los fantasmas de la adiccion!.